De acuerdo a un nuevo informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), no es el cloro de la albera o piscina el que hace que tus ojos se pongan rojos y te den comezón después de nadar. Es posible que quieras pensar dos veces antes de no usar googles dentro de una alberca pública.
Junto con la fundación "Water Quality" y "Healt Council" y la Fundación Nacional de Piscinas, la CDC quieren que todos sepan acerca de los repugnantes horrores a los que la gente entra en contacto cuando nada.
Hay una idea errónea de que el cloro se deshace inmediatamente de todas las inmundicias que las personas que nadan en una piscina pueden tener. El director del programa "CDC’s Healthy Water", Dr. Michael Beach, explica sobre la salud de la mujer que "El cloro se fusiona a todas las cosas que éste está tratando de eliminar de tu cuerpo y forma estos irritantes químicos. Eso es lo que te está picando en tus ojos, es el cloro uniéndose a la orina y el sudor"
Cualquier gérmen presente en la alberca puede tardar mucho tiempo para ser destruido con la presencia de cloro, el parásito "Cryptosporidium", que puede causar diarrea, puede tardar más de 10 días para ser eliminado, mientras que la bacteria E es completamente eliminada en menos de un minuto.
Hablando con franqueza sobre la diarrea, los brotes de enfermedades en albercas públicas van en aumento, según la investigación del Dr. Beach, aquellos que nadan mientras experimentan diarrea están poniendo a otros en riesgo. No necesariamente tienen que hacer sus necesidades en la alberca para esto, pero todos los gérmenes en su cuerpo pueden exparsirse potencialmente a las demás personas en la misma agua. Es por eso que la CDC recomienda extremadamente tomar una ducha antes de meterte a una alberca.
Si esto no te ha quitado las ganas de nadar por toda tu vida, la CDC ha implementado unas medidas sencillas que todo el mundo puede seguir para prevenir enfermedades y mantenerse saludable mientras nada.
