Palabras mexicanas imposibles de explicar a un extranjero

Es bien cierto que los mexicanos somos increíblemente creativos cuando se trata de bromear, alburear o simplemente mostrar nuestro descontento con los demás. Seguramente todos los países del mundo tienen palabras o frases que se usan en ciertas situaciones, pero creo que las nuestras, por mucho son superiores en complejidad.

Si no nos creen, díganme ¿cómo le explicarían estas palabras a una persona que no habla español?

Pinche

Aquí, en México, no tiene que ver con un auxiliar de cocina, como en el resto del mundo. Esta es una de esas cosas que se usan en miles de situaciones, sirve para etiquetar personas, cosas, lugares, situaciones o sucesos o simplemente para maldecir. ¿Ejemplos? Sobran: "Este pinche calor...", "pinche pueblito", "¡pinche madre!".

Pedo

Esta palabra tiene muchísimos significados: Sirve para decir que alguien está ebrio, para decir que existe un problema, para preguntar qué está pasando (¿qué pedo?), para preguntar acerca de algo (¿qué pedo con esto?), para afirmar que alguien es una buena persona (es buen pedo), para resignarse cuando pasa algo malo (qué mal pedo), en fin, seguramente estoy olvidando algún significado.

Wey

Esto tiene un doble filo. Cuando tienes confianza con alguien le dices wey, pero ¡aguas!, cuando no tienes esa confianza, o cuando dices explícitamente "estás bien wey", estás diciendo que ese alguien es un idiota. Por cierto, eso me lleva a la siguiente palabra

¡Aguas!

Esto tiene que ver con que en otra época, con falta de letrinas en la ciudad y en ausencia de drenajes, las personas hacían sus necesidades en una cubeta. No había de otra más que aventar por la ventana el contenido de estas cubetas para deshacerse de los desechos. Por cierto que esto trajo muchas enfermedades, pero eso es otro tema.
Entonces, como buen ciudadano, antes de aventar por la ventana tus residuos era un buen gesto al vecino o transeúnte gritar "¡Aguas!" para advertir y dar unos segundos para emprender una retirada. ¡Qué buena educación!
De esto se quedó la expresión para advertir de un peligro a los otros (¡Y qué peligro!)


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